sábado, 27 de abril de 2013

La riflexión renacentista sobre el nacimiento de las lenguas romances



PREMISA
La transformación de la lengua no es un hecho sorprendente, es la correspondencia en el plano lingüístico de la transformación social de la humanidad en la historia, trasformación que es efecto del desenvolvimiento de las vicisitudes humanas en el tiempo. Sin embargo esto no explica como al lado del latín existan en el siglo VIII diferentes lenguas romances. ¿Cual es la causa del fraccionamiento del latín en un grupo de lenguas no sólo diferentes de este último sino también entre ellas? A continuación y el las próximas  entradas se describerán las razones de este fraccionamiento que dieron los estudios en el curso de los siglos.

LA REFLEXIÓN RENACENTISTA SOBRE EL NACIMIENTO DE LAS LENGUAS ROMANCES
Dante Alighieri en su De vulgari eloquentia, escrito en el XIV siglo, fue el primero que reconoció que italiano, francés y español eran corrupciones de una misma lengua, aunque no fuese el latín, que él consideraba una creación artificial de los doctos.

Fueron los renacentista italianos los primeros que pensaron que las lenguas romances derivasen del latín. En 1435 Biondo Flavio (humanista e historiador, 1392-1463) en una carta a Leonardo Bruni (1374 ca.-1444) lanzó la revolucionaria idea que en la Roma antigua se hablara latín, pero no el de los grandes escritores, sino un latín popular. En efecto, para él, el latín se dividía en tres variedades de estilos: poetica, oratoria y vulgaris, y de esta ultima derivaría el italiano.

Para la mayoría de los humanistas el ocaso del latín se podía atribuir a las “invasiones barbáricas”. La pluralidad de las poblaciones germánicas en varias partes del Imperio habría alterado el latín cada uno de su manera, imponiéndose desde un punto de vista étnico. Pero los humanistas tenían una concepción bastante estática de la latinidad y daban una explicación de tipo moralista al fin de esta época áurea. El latín era considerado un idioma extremadamente lógico y perfecto y los bárbaros los responsables del fin de esta perfección. Esta teoría no explica nada en el plano del cambio lingüístico, por ejemplo no explica como las lenguas germánicas, que tienen una declinación nominal, habrían podido provocar la desaparición de la del latín. En conclusión, el gran proceso entonces etiquetado como “invasiones barbáricas” no se puede reducir a una sencilla degeneración de la civilización clásica.

Otra hipótesis del período renacentista afirma la existencia en el mundo antiguo de una perenne diglosia, es decir la presencia, ya en la Roma clásica, de una lengua “alta” (la de la literatura) diferente de la lengua “baja”, que los estudiosos llamaron latín vulgar. La primera se habría cristalizado en la inmovilidad de la gramática, guardada por el latín medieval y por el humanístico; la segunda se habría desarrollado poco a poco en las lenguas romances. Sin embargo, no hay ninguna prueba de la existencia de esa diglosia, además esa hipótesis no dice nada sobre la división del mundo lingüístico romance en diferentes variedades.

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